La historia detrás de nuestros premios deshidratados...
Desde niña, mi familia y yo hemos rescatado perros y gatos en situaciones difíciles. Siempre hemos creído que cada peludo merece una segunda oportunidad y un hogar lleno de amor. Pero fue Maya, una dulce pitbull con displasia severa de cadera, quien me llevó a descubrir algo aún más grande.
Después de su cirugía, queríamos darle la mejor calidad de vida posible. Buscábamos maneras de mantenerla entretenida, premiarla y cuidar su salud al mismo tiempo. Pero pronto nos dimos cuenta de que muchas de las opciones disponibles—las típicas carnazas y snacks comerciales—estaban llenas de químicos y aditivos dañinos. No quería darle algo que, en lugar de ayudarla, pudiera afectarla a largo plazo.
Así comenzó mi búsqueda de una alternativa realmente saludable. Probé diferentes opciones naturales, pero no eran accesibles ni fáciles de encontrar, especialmente para quienes nos dedicamos al rescate animal. Entonces decidí crearla yo misma.
Con la ayuda de mi familia y amigos, compré poco a poco el equipo necesario y empecé a experimentar con el deshidratado de alimentos en casa.
A prueba y error, fui perfeccionando la técnica hasta lograr unos premios que no solo le encantaban a Maya y a mis otros peludos, sino que también les hacían bien. Sus pelajes se veían más brillantes, sus dientes más sanos y su energía mejoraba.
Cuando comencé a compartir mis premios con amigos y conocidos, la demanda creció más rápido de lo que imaginaba. Lo que empezó como una necesidad para mis propios rescatados, se convirtió en algo más grande: un compromiso con todas las mascotas.
Hoy, nuestros premios deshidratados son la alternativa natural y saludable que cada peludo merece. Gracias a la deshidratación a bajas temperaturas, conservamos todas sus propiedades nutricionales, cuidamos su salud dental, articulaciones y reducimos su ansiedad. Lo mejor es que son 100% naturales, libres de conservadores y aditivos, hechos con amor en México.
Cada premio que elaboramos lleva consigo nuestra historia, el amor por los animales y el deseo de ofrecerles lo mejor. Porque ellos nos dan su amor incondicional… y merecen lo mismo a cambio.
De nuestro corazón al de ellos, con amor y nutrición en cada bocado.